
Un viejo mito existente es que el niño al nacer no ve y muchos ni abren los ojos. Esta falsa idea es dada por el hecho que el recién nacido es incapaz de dirigir su mirada hacia un objeto estímulo. Por esto los padres infructuosamente intentan llamar la atención del bebé, mientras él, dirige su mirada perdidamente hacia cualquier otro sitio. Son muchos los estudios hechos al respecto y con diferentes técnicas se ha calculado la visión del niño al mes de edad entre 20/200 a 20/400 que sería un aproximado a ver una cara (sin apreciar sus detalles) a 6 metros de distancia.
Ya al final del primer mes se observa como el niño logra mantener un contacto visual y a los 3 meses logra hacer un seguimiento horizontal. Es en esta edad cuando muchos niños inician movimientos verticales (hacia arriba) y de convergencia (meten los ojos cuando toman su leche) que hacen pensar a muchos padres que presenta estrabismo. A los 6 meses de vida los niños distinguen los colores vivos, rojo y verde especialmente y pueden distinguir una cara de un dibujo. La visión de los televisores les llama mucho la atención por ser imágenes de alto contraste pudiendo pasar ratos enteros mirándolo fijamente.
A los 4 meses los ojos del niño deben mantenerse alineados, dar una idea de profundidad o visión binocular y realizar movimientos de seguimiento en todas las direcciones.
A los 6 meses la agudeza visual del niño se calcula entre 20/25 y 20/100 lo que representaría distinguir un limón o una manzana a 6 metros de distancia, alcanzando la agudeza visual del adulto entre el año y los 2 años de edad. Igualmente a los 6 meses de edad el color de los ojos está bien definido y sus movimientos oculares totalmente desarrollados, lo que les permite disfrutar más aun móviles y figuras en movimiento.
La Academia Americana de Pediatría reporta algunos signos antes de los 6 meses de edad que deben ser de alarma para padres y pediatras, entre ellos, que el niño al tercer mes no mantenga un contacto visual o que después de los 6 meses desvíe los ojos hacia adentro o afuera. Igualmente en un niño preescolar los ojos desalineados, las pupilas blancas, el súbito inicio de ojo rojo y dolor, ameritan una pronta evaluación por el pediatra u oftalmólogo.
Otros signos de alarma a cualquier edad son los movimientos fluctuantes rápidos de los ojos (nistagmo), ojos húmedos, molestia intensa con la luz, pupilas blancas o amarillentas, pus en los ojos, el niño arruga los párpados para ver o se los frota constantemente y las inclinaciones viciosas de la cabeza asociadas o no a caída de los párpados.
TV, computadoras y videojuegos
Existía la creencia que estos aparatos crean radiaciones ionizantes que pueden causar daño al ojo. Este efecto fue eliminado con las pantallas de baja radiación y ecológicas. Muchas personas que utilizan estos instrumentos sienten cansancio ocular, enrojecimiento y hasta dolor de cabeza. Estos efectos son producidos en muchos casos por defectos de la vista (Astigmatismo, hipermetropía) que solo con el esfuerzo visual continuo en frente a la pantalla comienzan a dar síntomas. Es decir el defecto existía antes del uso del aparato pero el esfuerzo constante de horas enfocando un punto fijo de visión cercana con disminución del parpadeo es lo que crea el malestar.
Algunas recomendaciones para el uso de la televisión son las siguientes:
- Habitación bien iluminada sin reflejos en la pantalla
- Mantengase a una distancia 7 veces mayor que el tamaño de la pantalla
- Descanse la vista mirando a lo lejos ocasionalmente
- Evite sesiones mayores a 2 horas continuas
Cansancio ocular
El cansancio ocular se produce principalmente cuando mantenemos la atención durante largo tiempo en objetos cercanos (Por ejemplo leer, hacer tareas, videojuego) y es más exagerado cuando padecemos de hipermetropía, astigmatismo o presbicia). Es por esto que muchos niños al inicio de la escolaridad o jóvenes iniciando los estudios universitarios viéndose obligados a leer o hacer tareas, se quejan con más frecuencia que aquellos que ya se han habituado a una rutina de lectura o estudios diarios.
Colirios para los ojos
Existe en nuestro país abuso en la automedicación de colirios para los ojos. Preocupa sobremanera la colocación no recetada de medicamentos con esteroides que inducen cataratas y glaucoma, además de poder agravar muchos procesos oculares. Es necesario recordar que los colirios abiertos y guardados por más de un mes pueden contener bacterias o haber perdido su actividad.
Tips para el pediatra:
- Refiera el paciente si al tercer mes no mantiene contacto visual o después de los 6 meses desvía los ojos.
- Niños preescolares con los ojos desalineados, las pupilas blancas, súbito inicio de ojo rojo y dolor, ameritan una pronta evaluación por el pediatra u oftalmólogo.
- Otros signos de alarma a cualquier edad son los movimientos fluctuantes rápidos de los ojos (nistagmo), ojos húmedos, molestia intensa con la luz, pupilas blancas o amarillentas, pus en los ojos, el niño arruga los párpados para ver o se los frota constantemente y las inclinaciones viciosas de la cabeza asociadas o no a caída de los párpados.
- Evite el uso de gotas con esteroides sin definir el origen del proceso ocular
- Cuando indique esteroides aclare que no deben usarse por más de 5 días sin control oftalmológico y que no deben ser automedicados
- Evite el uso de manzanilla en los ojos